¿Sabías que a partir del cambio climático, las tormentas serán cada vez más frecuentes e intensas? Una de sus consecuencias son las inundaciones, de las que seguramente estarás informado… ¡si es que no te ha tocado padecerlas en carne propia!
Por esta razón aumentan en el mercado de autos usados los vehículos inundados, con los riesgos que esto representa para el comprador, como por ejemplo, no informar debidamente que se está ofreciendo un auto inundado lo cual configura un fraude ya que, como lo reveló la Cámara del Comercio Automotor los vehículos que quedaron en malas condiciones por las inundaciones fueron tomados por las compañías de seguros como casos de “destrucción total” pero muchos entraron de nuevo en circulación en el mercado informal. Para prevenirse, recomendó realizar operaciones en agencias autorizadas o intermediarios de confianza y exigir la VTV (Verificación Técnica Vehicular) como un reaseguro para el sector y el comprador.
En los Estados Unidos, la Oficina Nacional contra Delitos de Seguros (National Insurance Crime Bureau – NICB) advirtió que cada vez más, vehículos inundados son adquiridos por personas inescrupulosas que simplemente los limpian un poco e intentan ponerlos a la venta, por lo que creó un registro de autos dañados por inundaciones al que los compradores pueden acceder en el momento de evaluar la compra del vehículo.
Como ves, aunque un vehículo inundado puede ser más económico, su compra es una operación que puede traerte bastantes problemas. Si es tu caso procura que el auto cuente con todos los requisitos y haya sido perfectamente reparado. Te sugerimos comprobar los 10 indicadores más importantes para una revisión de auto inundado:
- Sedimentos o residuos en lugares extraños como dentro de la guantera;
- Presencia de moho en cualquier parte del interior del vehículo;
- Olor a moho o en su defecto, olor intenso a desodorante o ambientador;
- Óxido y/o corrosión en tornillos o partes metálicas, suspensiones y frenos;
- Tapicería manchada, desteñida o decolorada en cualquier lugar de la misma, en especial baúl y parantes internos;
- Decoloración de los paneles de las puertas y los cinturones de seguridad;
- Humedad en las alfombras del piso;
- Deterioro del tablero y consola, signos de condensación o humedad dentro del panel de instrumentos o en el interior de los faros tanto delanteros como traseros;
- Problemas en airbags;
- Problemas con la alarma, sensores y dispositivos electrónicos.
Sin embargo, no siempre es fácil detectar estos detalles. Si tienes dudas y quieres asegurarte de que no estás comprando un auto inundado o quieres hacer una revisión del vehículo inundado para verificar que ha sido reparado a fondo, te recomendamos recurrir a un mecánico con experiencia. En Carchecking contamos con un servicio de revisión íntegra del vehículo y conexión de escáner para obtener todos los datos del estado de los componentes y saber si estuvo o no inundado.
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